La Grafología es una ciencia, una técnica de la psicología, que nos permite hacer un retrato profundo de una persona, analizando y estudiando su forma de escribir. Escribir es un proceso dinámico en el que mano y cerebro se tiene que poner de acuerdo.
En el dibujo de la casa se puede comprobar como Estefanía, una niña de infantil, se encuentra en la primera fase, es decir, la fase de la escritura indiferenciada; ya que tiene noción de la diferencia que hay entre el dibujo y las letras pero a la hora de plasmarlo le resulta complicado porque aún no sabe escribir correctamente y apenas se entiende lo que escribe. Pero el dibujo refleja perfectamente lo que la niña quiere decir: casa; pero a la hora de escribirlo no sabe porque todavía no tiene control sobre el trazado ni sabe coger bien el lápiz, por lo que el resultado de su grafía es dudosa y está poco definida. Estefanía tiene clara la escritura de las vocales, porque son las más fáciles y seguramente las que antes ha aprendido, pero se puede ver que hay una gran diferencia en como escribe su nombre y como escribe casa; ya que en su nombre la A se puede entender como una A, pero en casa la A no se sabe que es la A.
En el dibujo de la papelera podemos comprobar como Lidia escribe mejor que Estefanía, ya que su grafía se entiende aunque no escriba a la perfección; se puede decir que está en la segunda fase, es decir, en la fase de escritura diferenciada, ya que Lidia diferencia a la perfección el dibujo de las letras, aunque éstas no estén perfectamente alineadas.
En este último ejemplo podemos ver que estos niños están en la fase caligráfica, que se suele dar a partir de los nueve años. En esta fase los niños tienen facilidad para escribir pero siguen teniendo faltas de ortografía y por eso es insegura; pero son capaces de escribir textos con coherencia y claridad. En este caso apoyan el texto con dibujo porque así están más seguros de que es entendido lo que quieren expresar.